Recluido en cajas; el recuerdo.
Un espacio abierto entre los muros
que me vistieron hacia la sima.
Briznas de luces, una rendija;
bastan hoy, para el derribo entero.
Soñar futuros.
Borrar los crudos
temor y lamento,
pasado y vida;
ya tan vivida.
Esta vez no me importa si pierdo
las promesas que ya habían muerto.
Afloran sin pausa entre los surcos
la firmeza y esta lucha infinita
que jamás quise dar por vencida.
Siempre son nulos,
amores mudos.
Luna y lucero.
Sentir sincero
morir el miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario