viernes, 8 de noviembre de 2013

No puedes irte por las ramas

“Esta espera inenarrable, esta tensión de todo el ser, este viejo hábito de esperar a quien sé que no ha de venir. De esto moriré, de espera oxidada, de polvo aguardador.
Y cuando lleve un gran tiempo muerta, sé que mis huesos aún estarán erguidos esperando…”
 Alejandra Pizarnik

¿Cómo empezar advirtiendo finales?

Bailando en precipicios, arriesgando el poder de mis pasos; no parece importarme desvanecerme esta vez. Y al caer abrir mis brazos, en el último intento de sujetarme, o sentirme amada. Amor por el viento, por la tierra que me reciba. Volver a las raíces.

Pierdo mis facultades, preguntándome si llegue a tenerlas… al menos las más nimias, esas podrían haber resistido. Se dan por vencidas esperando milagros.
Incapaz de no esperar, ni anclando el sufrimiento, ni tan siquiera ahora que he empezado a echar el cerrojo. Ya no siento. Sin sentidos, arrancados; ni sentido, fugitivo. Desconozco a donde voy, no lamento haberme perdido ni perder la razón.

Solamente padezco este cerebro y este corazón.


No puedes irte por las ramas - Miren Laluna

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