La luz usada deja polvo de mariposa entre los dedos.
Jaime Gil de Biedma
Cuando
todo termine y nadie se mantenga firme; cuando las calles ya desiertas canten
tangos con suma nostalgia, y acompañen, una a una las despedidas, los desperfectos
y los silencios. Cuando los edificios insomnes estén en demolición; sucumbiré a
las runas y a mi interminable emoción, para volver a solas y a tientas a la
cama. Y quizás, despertar mañana como si hubieran pasado mil días, y me quedaran
mil más para seguir soñando.
Del
año que se va, me guardo tus ojos, las veces que me miraste y nos hiciste
inmortales.
Del
año que vendrá, me guardo los míos, las veces que podré mirarme y hacerme
inmortal.
Año sin Fin - Miren Laluna |