Once días en camas prestadas.
Cinco en el "infierno". Cinco, casi seis; en el "paraíso". Infiernos y paraísos demasiado relativos. Hospitales y letargos. Historias y cuentos amargos. El Infierno es mi alma; inmortal. El paraíso fué la tuya; ya tan muerta.
Me quebranté y tu partiste. Aún más partida y repartida; ya no existen los lugares para recomponer nuestras melodías. Los dramas repitiéndose cíclicamente; insaciables, los días, los años; los siglos que seguiré buscando, exhausta, los trozos perdidos.
¿Cómo vuelvo si olvidé los caminos y los atajos? ¿Qué puedo hacer con todo lo que extraviamos?
Solo necesito un ápice de luz, la justa para no cegarme. Y que me acompañe la imaginación y la magia de mi infancia, tan lejana y tan gravada. Volver; para perderme en mis montañas. Transformarme en piedra, irisada y fuerte. Piedraluna, que alumbre la noche.
¿Cómo vuelvo si olvidé los caminos y los atajos? ¿Qué puedo hacer con todo lo que extraviamos?
Solo necesito un ápice de luz, la justa para no cegarme. Y que me acompañe la imaginación y la magia de mi infancia, tan lejana y tan gravada. Volver; para perderme en mis montañas. Transformarme en piedra, irisada y fuerte. Piedraluna, que alumbre la noche.
Sin medios y multiplicando mis miedos.
Moonstone - Miren Laluna |
No hay comentarios:
Publicar un comentario